La prevención y detección temprana del cáncer de mama es fundamental para la salud. Se identifican factores de riesgo no modificables como la edad, las mutaciones genéticas BRCA1 y BRCA2, menstruación antes de los 12 años, menopausia después de los 55 años, tener familiares de primer grado con antecedentes de cáncer de mama, tratamientos previos de radioterapia antes de los 30 años. Otros riesgos modificables incluyen la falta de ejercicio, sobrepeso u obesidad después de la menopausia, embarazo después de los 35 años, no amamantar e ingesta excesiva de alcohol.
Cynthia Márquez, jefa de cátedra de ginecología y obstetricia de la UIDE, indica que el autoexamen mamario es crucial. A través de pasos clave, como la autoexploración y saber qué buscar, se pueden identificar signos tempranos del cáncer de mama. Realizarlo regularmente es clave para detectar cambios.
La autoexploración consiste en auto examinarse las mamas de forma regular; si tienes ciclos menstruales: 1 semana después de que inicie tu menstruación; si estás en la menopausia: 1 vez al mes.
¿Qué buscar en el auto examen de mamas?
- Bultos en la mama o en la axila
- Aumento de grosor o hinchazón de una parte de la mama
- Irritación o hundimientos en la piel de la mama
- Enrojecimiento o descamación en la zona del pezón o de la mama
- Hundimiento del pezón o dolor en esa zona
- Secreción por el pezón
- Cambios en el tamaño o forma de la mama
- Dolor en cualquier parte de la mama
¿Cómo auto examinarse?
- Frente a un espejo coloca los brazos a los lados, luego levántalos sobre la cabeza, inspecciona cuidadosamente cada seno para ver si hay cambios de tamaño, forma o contorno en cada uno. Busca arrugas, hendiduras o cambios en la textura de la piel.
- En la ducha o acostada, levanta el brazo derecho con la parte plana de la mano izquierda aprieta suavemente el seno derecho en pequeños círculos, empezando en el borde exterior del seno hasta el pezón buscando cambios o alteraciones. Repite la misma operación en el seno izquierdo.
- Examina cada parte del seno, incluso la axila, aprieta suavemente ambos pezones y fíjate si hay alguna secreción nueva o anormal. Examina directamente el pezón hundiendo con un dedo para explorar la cavidad que está detrás del pezón
Elena Lara, subespecialista en oncología ginecológica de la UIDE, explica los tres pilares fundamentales para el tratamiento del cáncer de mama:
Tratamiento quirúrgico: que puede ser una mastectomía o cirugía conservadora con ganglio centinela o examen radical de la axila.
Tratamiento sistémico: que puede ser con quimioterapia, terapia endocrina, terapia Target o molecular dirigida o inmunoterapia.
Radioterapia: este tratamiento depende de la etapa y la biología tumoral, en general una paciente con enfermedad temprana requiere cirugía y radioterapia y ocasionalmente quimioterapia.
En etapa avanzada generalmente se usa radioterapia, inmunoterapia o terapia Target.
Por último, se enfatiza la necesidad de promover estilos de vida saludable, identificar los riesgos no modificables del cáncer de mama, educar y promover la realización del auto examen y las mamografías para detectar oportunamente esta enfermedad y concientizar la población sobre la importancia de la detección temprana.
