Mgt. Francisco Acuña
Docente Tiempo Completo
Escuela de Turismo

Hasta hace poco, viendo el documental de ESPN Films y Netflix, “The Last Dance” sobre la temporada 97 y 98 de los Chicago Bulls y su máxima estrella Michael Jordan, me llamó la atención la importancia que puede llegar a tener una sola persona y la gran  responsabilidad que conlleva ser considerado un “referente” cultural de una nación ante el mundo entero. Específicamente en el “Episodio V” de la miniserie, con un Jordan ya convertido en estrella mundial del baloncesto y la cara visible del soñado “Dream Team” para los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, el deporte y sus referentes llegan a convertirse en transmisores, promotores y expositores de la cultura Norteamericana a nivel mundial. Y bueno, tal y como lo dice el documental, la moda, la música y el cine hicieron lo suyo también, poniendo a Estados Unidos como el “país de moda” para la época.

La miniserie muestra que, de alguna u otra manera, se vendía la cultura norteamericana con cada jugada, con cada punto, con cada rebote y con acciones comerciales con otras empresas; la gente se acercaba más y más hacia la cultura norteamericana a través de zapatos, comida, ropa deportiva, mensajes comerciales, etc. Sin duda, más que un deseo comercial por tener productos, los sentimientos del público estaban involucrados ¡y vaya que nos enganchó! Creo que alguna vez en nuestro querido Ecuador llego la fiebre de los Chicago Bulls y por lo menos debimos haber tenido una camiseta, aunque sea “falseta”, de este emblemático equipo de baloncesto de la NBA. El documental muestra una pista comercial que se denomina “Be like Mike” en la que se detalla cuáles son los atributos de aquel líder, limpio, intachable, sano, exitoso, entre otras cosas. Claro que el documental también muestra otras situaciones, pero sin duda el mensaje era claro y a la gente, a la gran mayoría, le encantó y permaneció en sus mentes durante mucho tiempo. La magia de los mensajes en las pistas comerciales  resultó un fenómeno mundial que mostró cosas más importantes y profundas que un simple juego de pelota.

Todo esto me lleva a la pregunta ¿Qué tan importantes son estas personas para dar a conocer un país, una cultura, un movimiento? Pienso en mi querido Ecuador y a lo largo de nuestra historia, también hemos tenido héroes y referentes que nos han hecho enorgullecer y sentir nuestro amor por el país y más que nada han hablado por todos nosotros y nos han demostrado ¡que sí se puede! Han sido embajadores mundiales de la tricolor y muchos ciudadanos de otros países nos conocen, no por nuestros atractivos naturales y culturales, si no por nuestros referentes que han sabido promocionar, de alguna u otra manera, esos atractivos de los que tanto presumimos. Creo que la mejor forma de promocionar turísticamente a nuestro país es fomentando el desarrollo de muchas disciplinas ligadas al deporte, la música, el cine así como las habilidades y conocimientos propios del país como la gastronomía, el arte y sus referentes culturales. Creo que tenemos una visión muy limitada de lo que es el turismo en este país y su real potencial. Sí, tenemos hermosos atractivos naturales y culturales pero competimos estrechamente con los más posicionados y la única forma de diferenciarnos sería fomentando el deporte, las artes y la cultura de lo nuestro. El turismo en el Ecuador debe dejar de ser tradicional y acercarse más hacia el entretenimiento, porque a la final eso es el turismo, la búsqueda de salir de una realidad para entretenerse de alguna u otra forma en otro lugar distinto.

Este documental, pese a que puede tener sus críticas y vacíos históricos, me ayudó a comprender la importancia de estas personalidades y lo bien que pueden hacer a un país. Claro, habrá excepciones, pero de los casos de éxito debemos alimentarnos y aprender de ellos. Los nuevos profesionales en turismo deberán considerar el estudio de estos casos para aplicarlos a nuestra realidad turística, y motivar la creación de productos turísticos diferenciados que se relacionen a lo nuestro, dando importancia a nuestros héroes y referentes como abanderados de una nación que intenta mostrarse tal y como es. Quizás para el Ecuador este sea el “último baile” que termine un ciclo y empiece uno nuevo, esta vez para lograr la gloria. Es tarea de todos apoyar.

#HechosDeExperiencias