Los problemas asociados al aparato digestivo son muy frecuentes, debido al desequilibrio en la flora bacteriana intestinal denominado Disbiosis, este desequilibrio afecta a la microbiota y, por lo tanto, también al sistema inmune.

La restauración de ese equilibrio bacteriano intestinal es a donde se pretende llegar a través de la utilización de sustancias como los probióticos y prebiótico, la promoción de bacterias beneficiosas dentro del hábitat intestinal puede mejorar la relación de simbiosis, y optimizar así los efectos favorables de la microflora en el hospedador.

Este objetivo puede cubrirse mediante intervención nutricional con la debida aportación de bacterias vivas, o bien con alimentos que favorecen el desarrollo y crecimiento de bacterias beneficiosas dentro del ecosistema intestinal.

De acuerdo a la Organización Mundial de Gastroenterología (WGO por sus siglas en inglés), la salud digestiva requiere la presencia constante y suficiente de nutrimentos como la fibra y el agua, así como la inclusión de probióticos y prebióticos que favorezcan la flora intestinal. Todo ello junto con la actividad física practicada diariamente.

El aparato digestivo es uno de los más importantes de nuestro cuerpo ya que es el encargado de absorber los nutrientes de los alimentos y convertirlos en energía para alimentar todas las células.

Los problemas asociados al aparato digestivo son muy frecuentes de la asistencia sanitaria. Entre 60 y 70 millones de personas están afectadas por enfermedades del aparato digestivo, con más de 50 millones de consultas ambulatorias realizadas anualmente solo en EE. UU. Cada año se llevan a cabo más de 20 millones de intervenciones diagnósticas y quirúrgicas que afectan al tubo digestivo (CDC, 2014).

De acuerdo a la Organización Mundial de Gastroenterología (WGO por sus siglas en inglés), la salud digestiva requiere la presencia constante y suficiente de nutrimentos como la fibra y el agua, así como la inclusión de probióticos y prebióticos que favorezcan la flora intestinal. Todo ello junto con la actividad física practicada diariamente.

De todos los problemas relacionados con la salud, uno de los más frecuentes es la enfermedad por reflujo gastroesofágico, conocido coloquialmente como acidez de estómago, cuya incidencia se ha triplicado en los últimos 40 años. También se ha descrito un aumento de los problemas relacionados con el tránsito intestinal, como la diarrea y el estreñimiento, que se asocian a un tiempo de tránsito más lento, movimientos intestinales menos frecuentes, reducción del volumen fecal, heces muy duras, y que pueden contribuir a padecer otras enfermedades, como las diverticulares. (Krause A,  2017)

La microbiota intestinal, que pesa unos 2.7 kilogramos, participa en la estimulación del sistema inmune y colabora en la síntesis de vitaminas, la digestión y absorción de nutrientes para proteger al intestino contra la colonización de los patógenos potencialmente dañinos.

DISFUNCIÓN DE LA MICROFLORA INTESTINAL

El desequilibrio en la flora bacteriana intestinal considerada como normal, o bien por un fallo en el proceso de su desarrollo o en su mantenimiento, es lo que llamamos Disbiosis. Este desequilibrio que afecta a la microbiota y, por lo tanto, también al sistema inmune, se relaciona con múltiples enfermedades tanto en niños como en adultos.  (Bellido Diego, 2018)

Diversos procesos patológicos se asocian con cambios en la composición y funcionalidad de la microflora entérica, existen diversas enfermedades diarreicas agudas que se deben a la irrupción de microorganismos patógenos (virus, bacterias, protozoos) dentro del ecosistema intestinal, el cual se altera bien por las características entero-invasivas del patógeno o bien por la producción de entero-toxinas. También se sospecha que las bacterias intestinales intervienen en la patogenia del síndrome del intestino irritable. En pacientes con este síndrome, son frecuentes los síntomas de distensión abdominal y flatulencia.

La disfunción de la barrera de la mucosa puede causar una translocación de bacterias viables o muertas en cantidades muy pequeñas, constituyendo un refuerzo – fisiológicamente importante- para el sistema inmune. No obstante, la disfunción de la barrera de la mucosa intestinal puede traducirse en la translocación de una cantidad considerable de microorganismos viables, sobre todo de género aeróbico y fenotipo Gram negativo. Tras cruzar la barrera epitelial, las bacterias pueden alcanzar áreas extraintestinales a través de los conductos linfáticos, y pueden infectar ganglios linfáticos mesentéricos, hígado y bazo. En la actualidad, se investiga la posible implicación de la microflora intestinal en la patogenia de algunos trastornos de dis-regulación inmunitaria, entre ellos las alergias y las enfermedades inflamatorias crónicas del intestino.

La restauración de ese equilibrio bacteriano intestinal es a donde se pretende llegar a través de sustancias como los probióticos y prebióticos  (Bellido Diego, 2018)

EFECTO SIMBIÓTICO DE PROBIÓTICOS Y PREBIÓTICOS Y MICROFLORA INTESTINAL

La promoción de bacterias beneficiosas dentro del hábitat intestinal puede mejorar la relación de simbiosis, y optimizar así los efectos favorables de la microflora en el hospedador. Este objetivo puede cubrirse mediante intervención nutricional con la debida aportación de bacterias vivas, que aportan beneficios concretos en la salud del individuo, o bien con alimentos que favorecen el desarrollo y crecimiento de bacterias beneficiosas dentro del ecosistema intestinal.

Los probióticos y prebióticos pueden influir en las funciones de la microflora, y mejorar su rendimiento en favor del organismo hospedador. Por tanto, pueden ser útiles para mejorar las funciones de nutrición y metabolismo, y las funciones tróficas y de defensa anteriormente descritas.

El término probiótico se refiere a aquellos microorganismos vivos que, al ser ingeridos en las cantidades adecuadas, aportan un beneficio al estado de salud del huésped. (Bellido Diego, 2018)

Las especies de Lactobacilos y Bifidobacterias se usan comúnmente como probióticos. Aunque, no obstante, la levadura Saccharomyces cerevisiae y algunas especies de E. coli y Bacillus,

Los prebióticos son ingredientes de los alimentos no digeribles, que promueven selectivamente el crecimiento y la actividad de un número limitado de especies de bacterianas beneficiosas para la salud. (Bellido Diego, 2018)

Resisten la acidez gástrica, la hidrólisis enzimática y la absorción gastrointestinal, llegando al intestino grueso, donde son fermentados selectivamente por la microbiota intestinal, de modo que estimulan el crecimiento y/o actividad de aquellas bacterias que contribuyen a la salud y el bienestar (Álvarez, 2016).

Los prebióticos se utilizan habitualmente son galactoligosacáraidos (GOS), la lactulosa, la inulina y los fructoligosacáridos (FOS). (Bellido Diego, 2018)

APLICACIÓN DE LOS PROBIÓTICOS EN PATOLOGÍAS DIGESTIVAS

La utilidad de los probióticos en Gastroenterología se aplica no sólo al tratamiento de las enfermedades, sino también a su prevención. El al uso de probióticos en diferentes enfermedades digestivas son: la intolerancia o malabsorción de lactosa, la diarrea aguda infecciosa y asociada al uso de antibióticos, úlcera gastroduodenal, síndrome de intestino irritable, enfermedad inflamatoria intestinal y el cáncer de colón.

Un factor crucial en el desarrollo del cáncer colorrectal se relaciona con la flora intestinal y su capacidad de producir sustancias carcinogénicas. Por ello, se ha sugerido que la modificación de la flora intestinal podría influir en el desarrollo del cáncer colorrectal.

RECOMENDACIONES

Fibra.- Incluye cereales integrales (avena, y productos de trigo con grano entero), verdura cruda (espinaca, apio, jitomate), fruta con cáscara (manzana, pera, uvas) y oleaginosas (nueces, almendras, cacahuates). Todos estos alimentos promueven la masticación, lo cual favorece la saciedad, la digestión y el control de ansiedad. (Kaufer, 2015)

Agua. – Procura tomar de 1-2 vasos de agua en cada tiempo de comida. se recomienda una hidratación de 3 litros diarios, los cuales no necesariamente deben ser de agua simple potable; alimentos como consomés sin grasa, verduras crudas y bebidas como los tés frutales, aportan cantidades importantes de agua. (López, 2104)

Probióticos y prebióticos. – Aumenta el consumo de productos fermentados como el yogur descremado, jocoque y kéfir; cualquier de estos sin azúcar pueden acompañar al cereal integral, fruta. (Bourges, 2008).

Actividad física.- El movimiento del cuerpo humano favorece una buena digestión, es conveniente realizarla con intensidad leve después de cada comida o con intensidad moderada en varios momentos al día, caminar al menos 10 mil pasos todos los días o realizar 30 minutos de actividad física para activar el funcionamiento digestivo y favorecer la evacuación. (Bi,2016).

CONCLUSIONES

La salud digestiva depende de muchos factores muy determinantes, dentro de estos el consumo de fuentes alimentarias de pre y probióticos es importante ya que cumplen la función de optimizar así los efectos favorables de la microflora en el hospedador, al mismo tiempo la actividad física, el movimiento del cuerpo humano favorece una buena digestión

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  1. Krause A, 2017 Nutrición y dietoterapia. 14 edición. Pennsylvania, USA: Ed. Interamericana Mc Graw Hill.
  2. Bellido Diego, 2018; Dietoterapia, nutrición clínica y metabolismo. Tercera edición.
  3. Guía Práctica de la Organización Mundial de Gastroenterología: Probióticos y prebióticos, Octubre 2011, disponible en: https://www.worldgastroenterology.org/guidelines/probiotics-and-prebiotics/probiotics-and-prebiotics-spanish
  4. Kaufer, 2015 Nutriología Médica (4ª. Edición, Editorial Médica Panamericana)
  5. López,2014, Hábitos alimentarios. Psicobiología y socioantropología de la alimentación (Mc Graw Hill Interamericana Editores).
  6. Bourges H. 2008, Recomendaciones de ingestión de nutrimentos para la población mexicana (Editorial Médica Panamericana)
  7. Bi, Luke et al. 2016, Exercise and gastrointestinal function and disease: an evidence-based review of risks and benefits, Clinical Gastroenterology and Hepatology, Volume 1 , Issue 5 , 345 – 355.
  8. Álvarez, 2016. Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos. Probióticos, prebióticos y salud: Evidencia científica. 2016; Madrid.
  9. Olveira, 2016; Actualización de probióticos, prebióticos y simbióticos en nutrición clínica. Endocrinol Nutr; 63(9):482-494.