Por: Carlos Garrido

 

El sector turístico comprende una importante cadena de prestadores de servicios, muchos de los cuales son pieza fundamental como los hoteles, restaurantes, agencias de viajes o guías, mientras que otros son un complemento a estos primeros como artesanos, taxistas, museos, galerías, etc. Al ser uno de los sectores con mayor diversificación, genera un número importante de empleos tanto directos como indirectos, de ahí que el turismo hoy sea la mayor industria a nivel mundial, generando cerca del 10% del PIB a nivel global.

Todas estas cifras si bien demuestran lo fuerte que es el turismo, pueden dejar de existir literalmente de un día para el otro por distintos factores: un conflicto armado, una catástrofe natural o lo que estamos viviendo: una pandemia. Hoy por hoy todas esas cifras positivas y millonarias han pasado a ser cero. A partir de finales de febrero de este año, destinos considerados de los más importantes en el mundo como Italia, España o Francia, no solo han dejado de recibir turistas, sino que además han dejado de enviar turistas a los considerados “destinos emergentes” como nuestro país.

Por tanto, la afectación es en doble vía: emisores y receptores han cancelado sus viajes y han causado quizás, el mayor impacto que el sector turístico ha visto desde su nacimiento a finales del siglo XIX en Inglaterra. Este momento no se compara con la recesión del turismo vivida luego del 11 de septiembre de 2001, ni la crisis generada en los países desarrollados en 2008 y tampoco con la situación que se vivió con la aparición del SARS, un virus muy similar al COVID 19.

La Organización Mundial del Turismo calcula pérdidas en este año por alrededor de 150 mil millones de dólares a nivel mundial, una cifra que representa 1.5 veces el valor del PIB en Ecuador, país que estima pérdidas hasta mediados de año por alrededor de 800 millones de dólares, las cuales se verán reflejadas en recorte de personal, cierres temporales e incluso cierres definitivos de establecimientos que son parte del sector. Por eso, si tenías planeado o pagado un viaje este año dentro de Ecuador o fuera, no lo canceles, solo posponlo; y si no tenías planeado viajar, cuando la crisis pase y tu economía te lo permita, viaja dentro de Ecuador y ten la seguridad que tu dinero ayudará en la pronta recuperación de nuestro sector.