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La Universidad Internacional del Ecuador (UIDE) refuerza su liderazgo en sostenibilidad gracias a la exitosa operación de su Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) doméstica, en funcionamiento desde 2015. Este sistema, pionero entre las instituciones de educación superior del país, ha permitido reducir el consumo de agua potable en un 30%, reutilizando las aguas tratadas para el riego de las áreas verdes del campus Quito. Con ello, la universidad optimizó el uso de recursos y logró cumplir con las normativas ambientales vigentes, contribuyendo significativamente a la reducción de su huella ecológica.

La PTAR se basa en un avanzado sistema modular que integra varias etapas esenciales: tamizaje para eliminar sólidos grandes, tratamiento biológico mediante acción bacteriana, inyección de oxígeno para fomentar la biodegradación de la materia orgánica, desinfección con inyección de cloro, y finalmente, decantación y almacenamiento de agua para su uso en riego.

Este proceso optimiza el ciclo de uso del agua, reduciendo la dependencia de este recurso natural y apoyando directamente los esfuerzos de sostenibilidad ambiental dentro del campus Quito. Además de ser un recurso clave para el cuidado del ambiente, la planta es un ejemplo de gestión eficiente del agua que puede servir de modelo para otras instituciones.

El correcto funcionamiento de la PTAR depende de un mantenimiento y operación rigurosos. El equipo encargado realiza inspecciones diarias y monitorea parámetros como el pH, oxígeno disuelto y niveles de cloro residual, garantizando que la planta opere bajo condiciones óptimas

El informe técnico más reciente, presentado por la coordinadora de Seguridad y Salud Ocupacional, Pamela Valencia, subraya la importancia de mantener este control constante y destaca la necesidad de una capacitación continua del personal, lo que permite a la universidad cumplir con las normativas ambientales y asegurar el éxito a largo plazo del sistema.

Las aguas tratadas por la PTAR contribuyen al riego de las áreas verdes y permiten reducir significativamente el consumo del recurso hídrico, lo que reafirma el compromiso de la universidad con la protección del ambiente. Entre las recomendaciones más destacadas del informe se encuentran la capacitación continua del personal, la optimización del uso del agua tratada para otras actividades dentro del campus, y la implementación de auditorías externas que ayuden a mejorar el desempeño del sistema en los próximos años.

La UIDE powered by ASU sigue consolidándose como un referente en la adopción de tecnologías limpias y sostenibles. Este proyecto contribuye a la reducción del impacto ambiental de la universidad y se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), particularmente el ODS 6: garantizar la disponibilidad y gestión sostenible del agua, y el ODS 12: asegurar modalidades de consumo y producción responsables. La planta no solo reduce el consumo de agua potable, sino que promueve una cultura de respeto y cuidado de los recursos naturales dentro de la comunidad académica, demostrando que la innovación tecnológica y la responsabilidad ambiental pueden trabajar de la mano para generar un impacto positivo y duradero.