Al culminar el programa el estudiante podrá:
• Analizar y abordar complejas problemáticas gubernamentales, y la habilidad para liderar equipos en entornos desafiantes.
• Desarrollar aptitudes estratégicas para la formulación e implementación de políticas públicas, así como una destreza específica en la gestión eficiente de recursos y la aplicación de enfoques innovadores en la esfera gubernamental.
• Enfrentar los desafíos contemporáneos de la gestión pública con integridad y visión de futuro.
• Tomar decisiones basadas en la analítica de datos, combinada con instrumentos propios del análisis económico, empresarial y gubernamental en la nueva era digital en su formación que, junto a la práctica, lo posicionará un paso adelante en el mercado laboral y le permitirá demostrar en el ejercicio profesional una concepción integral para resolver problemas de manera resiliente.
• Demostrar comprensión de los métodos y modelos de gestión pública utilizados para planificar, organizar, dirigir y controlar las actividades gubernamentales, así como también diseñar e implementar investigaciones relacionadas con la gestión pública, utilizando métodos científicos y técnicas de investigación apropiadas.
• Ser un agente clave para el mejoramiento integral de la calidad de vida, el resguardo del medio ambiente, el impulso del desarrollo productivo y la preservación, difusión y enriquecimiento de las culturas y saberes. Liderar iniciativas que promuevan políticas inclusivas y sostenibles, contribuyendo directamente al bienestar de las comunidades. la aplicación de enfoques innovadores y éticos en la administración de recursos públicos, así como la formulación de políticas que aborden las necesidades sociales y ambientales.
• Impulsar un desarrollo productivo equitativo y respetuoso con el entorno, además, al fomentar la diversidad cultural y preservar los saberes locales.
• Defender la riqueza cultural, contribuyendo al enriquecimiento y difusión de las tradiciones que forman la identidad de las comunidades a nivel local y global.
• Defender y promover los derechos humanos, fomentando una comprensión profunda de la equidad y la diversidad como pilares esenciales de una gestión pública ética y efectiva. La interculturalidad será un principio rector, reconociendo y respetando las distintas perspectivas culturales presentes en el ámbito público.