Las Relaciones Internacionales (RRII), como disciplina académica, han experimentado una notable evolución desde su surgimiento formal en el siglo XX. Inicialmente, sus fundamentos teóricos se establecieron bajo una fuerte influencia de las ciencias políticas y la historia, centrándose principalmente en temas de seguridad y el balance de poder, especialmente durante la Guerra Fría. Esta época fue dominada por teorías como el realismo, que priorizaba la competencia entre estados y la lógica del conflicto en un sistema internacional anárquico. Sin embargo, con el paso del tiempo, la disciplina ha incorporado nuevas perspectivas y temáticas que han ampliado su campo de estudio, particularmente a partir de los años 80, cuando las nociones de cooperación internacional, integración regional y multilateralismo ganaron prominencia. Esta transformación se profundizó en los años 2000, cuando la disciplina se reinventó a nivel teórico y metodológico, dejando atrás un positivismo mecánico y adoptando un enfoque pluralista tanto en términos temáticos como metodológicos. En paralelo, las ciencias políticas han atravesado una crisis metodológica que ha generado amplios debates en torno a la naturaleza de las ciencias sociales, la incertidumbre y el papel del positivismo en el estudio de lo social, político y económico. Este texto pretende revisar la evolución de las Relaciones Internacionales a través de sus diferentes etapas históricas, destacando la pluralidad metodológica y temática que caracteriza su estado actual. Además, se analizará la crisis metodológica en las ciencias políticas, centrándose en las implicaciones de este fenómeno para las RRII y el estudio de las ciencias sociales en general. Este enfoque podrá ayudar a aclarar algunas de las inquietudes que un estudiante interesado en estas temáticas podría tener, proporcionando una comprensión más amplia de los desafíos y oportunidades dentro de ambas disciplinas.
La Guerra Fría: Seguridad y Balance de Poder
El período de la Guerra Fría, que abarcó desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la disolución de la Unión Soviética en 1991, fue un momento clave en el desarrollo de las RRII. La disciplina se centró principalmente en cuestiones de seguridad, equilibrio de poder y conflicto, con un marcado enfoque en las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética. El realismo fue la teoría dominante durante esta época, basada en la idea de que los estados son los principales actores en el sistema internacional y que la anarquía que caracteriza este sistema impone una búsqueda constante de poder para garantizar la seguridad nacional.
El realismo, particularmente en su versión neorrealista defendida por autores como Kenneth Waltz, postula que el sistema internacional es inherentemente conflictivo debido a la ausencia de una autoridad central que regule las interacciones entre los estados. En este contexto, la cooperación internacional es limitada, ya que los estados siempre desconfían de las intenciones de los demás y actúan en función de su propio interés, buscando maximizar su poder relativo. Esta visión, aunque útil para explicar las dinámicas de la Guerra Fría, resultó insuficiente para abordar los cambios que se avecinaban en la política internacional a medida que el conflicto bipolar entre las superpotencias llegaba a su fin.
La Década de los 80: La Expansión Temática y la Cooperación Internacional
Durante los años 80, las RRII comenzaron a incorporar nuevos temas que reflejaban la creciente interdependencia global y la importancia de la cooperación internacional. Las teorías neoliberales, como el neoliberalismo institucional propuesto por Robert Keohane y Joseph Nye, desafiaron algunos de los supuestos básicos del realismo. Estos teóricos argumentaban que, aunque el sistema internacional seguía siendo anárquico, existían formas de cooperación que podían ser sostenibles a través de instituciones internacionales. Las organizaciones multilaterales, como la ONU, el FMI y la OMC, se convirtieron en actores clave para fomentar la cooperación en áreas como el comercio, el medio ambiente y los derechos humanos.
Además, la integración regional, ejemplificada por el proceso de construcción de la Unión Europea, demostró que los estados podían encontrar beneficios en la cesión de parte de su soberanía a instituciones supranacionales. Este enfoque sobre la cooperación internacional y la integración reflejó un cambio significativo en las RRII, ya que el análisis no se limitaba a la seguridad militar y el poder, sino que incluía temas económicos, sociales y ambientales. Las RRII se expandieron hacia una visión más amplia del orden mundial, en la que la cooperación entre estados no solo era posible, sino deseable para enfrentar desafíos comunes.
El Nuevo Milenio: Pluralidad Temática y Metodológica
Con la llegada del siglo XXI, las RRII experimentaron una reinvención teórica y metodológica. La disciplina se alejó del positivismo estricto que había caracterizado gran parte de su desarrollo en las décadas anteriores. El positivismo, entendido como un enfoque metodológico que busca explicar las relaciones internacionales a través de la observación empírica y la búsqueda de regularidades y causalidades, fue cuestionado por su incapacidad para abordar la complejidad y la incertidumbre del sistema internacional contemporáneo.
Autores como Susan Strange, desde la Economía Política Internacional, argumentaron que las relaciones internacionales no podían ser comprendidas únicamente a través de variables materiales, como el poder militar o económico, sino que también debían tener en cuenta los factores ideacionales, como las identidades y las normas que los actores internacionales construyen e instrumentalizan.
Esta apertura temática y metodológica permitió la entrada de enfoques críticos, como el feminismo, el poscolonialismo y la teoría crítica, que enriquecieron el campo de estudio al incluir perspectivas que antes habían sido marginalizadas. El feminismo, por ejemplo, destacó la importancia de analizar cómo las relaciones de género influyen en la política internacional, mientras que el poscolonialismo puso en evidencia las dinámicas de poder subyacentes en las relaciones entre el Norte global y el Sur global.
La Crisis Metodológica de las Ciencias Políticas
Mientras que las RRII se diversificaban y adoptaban enfoques más plurales, las ciencias políticas enfrentaban una profunda crisis metodológica. El intento de muchas corrientes dentro de la ciencia política por adoptar un enfoque positivista estricto, buscando establecer causalidades claras y replicables en el ámbito social y político, resultó en un alejamiento de la complejidad inherente a las relaciones sociales y políticas. Este enfoque reduccionista ha sido criticado por su incapacidad para capturar la incertidumbre y la contingencia que caracterizan al comportamiento humano y a las interacciones sociales.
Autores como Bent Flyvbjerg han señalado que las ciencias sociales no pueden aspirar a las mismas formas de predictibilidad y control que las ciencias naturales, ya que los fenómenos sociales están influenciados por factores subjetivos, normativos y contextuales. La búsqueda de leyes generales y universales en las ciencias políticas ha sido cuestionada, en favor de enfoques más interpretativos y cualitativos que reconozcan la diversidad y la complejidad de los fenómenos sociales.
Además, la crisis metodológica en las ciencias políticas también ha llevado a un replanteamiento sobre el papel de la ciencia en la sociedad. En lugar de intentar predecir el comportamiento político de manera precisa, muchos teóricos argumentan que las ciencias sociales deben centrarse en entender las dinámicas de poder, las ideologías y las estructuras sociales que influyen en la política, reconociendo que el futuro es inherentemente incierto.
Las Ciencias Sociales y las Relaciones Internacionales en Ecuador
En el contexto ecuatoriano, tanto las ciencias sociales como las Relaciones Internacionales (RRII) han pasado por procesos de evolución y adaptación que reflejan los desafíos particulares del país y de la región andina. Aunque las RRII en Ecuador aún se encuentran en una fase de consolidación institucional, la disciplina ha comenzado a desarrollar una identidad propia, respondiendo a las particularidades geopolíticas, económicas y sociales de la región. Temáticas como la cooperación internacional, el desarrollo sostenible, los derechos humanos y el regionalismo han adquirido especial relevancia, en consonancia con los debates globales, pero también con una mirada específica a las necesidades del país.
Desde el nuevo milenio, se ha observado un retorno de profesores y académicos que han estudiado en diversas partes del mundo y que han traído consigo enfoques y perspectivas innovadoras. Estos profesionales han jugado un papel fundamental en el proceso de alejar las Relaciones Internacionales del dominio tradicional de las ciencias políticas y del enfoque diplomático exclusivamente pragmático, abriendo el campo a una mayor interdisciplinariedad y profundidad teórica. Asimismo, los doctores en RRII formados en el país han contribuido significativamente a expandir los límites disciplinarios, generando un cuerpo académico cada vez más robusto y consolidado. Un ejemplo destacado de esta evolución es la teoría publicada por el Dr. Santiago Carranco, profesor titular de la UIDE, en la enciclopedia de Oxford, donde propone una nueva metodología para estudiar a los actores informales como parte integral del sistema internacional. Esta contribución no solo enriquece el análisis académico en Ecuador, sino que también aporta una visión innovadora sobre el rol de los actores no estatales en las dinámicas globales (https://oxfordre.com/internationalstudies/display/10.1093/acrefore/9780190846626.001.0001/acrefore-9780190846626-e-883)
Por otro lado, las ciencias políticas en Ecuador enfrentan retos similares a los observados a nivel global, particularmente en cuanto a cómo abordar la creciente complejidad e incertidumbre en un contexto político marcado por la inestabilidad, los cambios abruptos y las crisis de gobernabilidad. La necesidad de desarrollar enfoques más flexibles y adaptados a la realidad local ha impulsado una apertura hacia metodologías cualitativas y críticas, permitiendo una comprensión más matizada de los fenómenos políticos y sociales. Esto es crucial en un país donde las crisis de representación política han derivado en propuestas populistas que ponen en riesgo la institucionalidad democrática y el respeto a los principios del Derecho Internacional.
La evolución de las ciencias sociales y las RRII en Ecuador se ve, por tanto, en la manera en que el país enfrenta conflictos armados de facto, violaciones de derechos humanos y principios internacionales, así como en las respuestas a crisis políticas que, en muchos casos, desembocan en el fortalecimiento de discursos autoritarios o populistas. Estos fenómenos evidencian la necesidad urgente de continuar desarrollando enfoques que no solo sean aplicables al contexto global, sino que también respondan a las dinámicas locales, garantizando una disciplina más robusta y pertinente.
¿Por qué estudiar RRII y Ciencias Políticas?
La decisión de estudiar Relaciones Internacionales (RRII) y Ciencias Políticas es fundamental en un mundo cada vez más interconectado y complejo. Las RRII han demostrado su capacidad de adaptación, pasando de un enfoque exclusivo en la seguridad y el balance de poder, a un campo más plural que integra temáticas como la cooperación internacional, el desarrollo sostenible, y el rol de actores no estatales. Esta evolución teórica y metodológica brinda a los estudiantes herramientas para entender las dinámicas globales y regionales desde una perspectiva multidimensional.
Por otro lado, las Ciencias Políticas, a pesar de atravesar una crisis metodológica al intentar positivizar sus análisis, siguen siendo esenciales para comprender la complejidad y la incertidumbre de los sistemas políticos actuales. Este replanteamiento metodológico impulsa a los estudiantes a explorar enfoques más flexibles y cualitativos, permitiendo un análisis más profundo y contextual de fenómenos sociales y políticos.
En Ecuador, el estudio de estas disciplinas no solo ofrece la oportunidad de contribuir a la consolidación académica y profesional de ambos campos, sino también de generar soluciones que respondan a los desafíos locales, como las crisis de gobernabilidad, el populismo, y las violaciones al Derecho Internacional. A través de enfoques innovadores y adaptados a las realidades regionales, los estudiantes de RRII y Ciencias Políticas están en una posición única para influir positivamente en el desarrollo político, económico y social del país.
Estudiar Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas es clave para entender y actuar en un mundo cada vez más interconectado y dinámico. Estas disciplinas ofrecen herramientas para analizar problemas globales y locales desde una perspectiva crítica y multidimensional, fomentando soluciones sostenibles e innovadoras para los desafíos actuales.